En esta blog se publican obras del artista argentino Sebastián Zaiper Barrasa. Cuentos, microrrelatos, poemas, reflexiones, videos, shows de poesía, narración oral y clown.

Accidente

...entonces se despierta sudando porque ha vuelto a revivir en sueños la escena del choque. En el sueño (y en la escena real, porque eran iguales) estaba por pagarle al taxista, cuando un auto se les incrustó desde atrás. No llegó a perder el conocimiento, pero en ese sutil instante, pudo ver todos los recuerdos de sus momentos vividos y de todo lo que le tocaría por vivir hasta el día de su muerte. Luego volvió a su cabeza.
Cuando logró escapar del auto, ni el chofer, ni la gente acumulada por el estruendo y la avidez de sangre, alcanzaron a entender cómo alguien podía haber salido ileso de ese habitáculo tan retorcido y compacto. Él tampoco lo habría entendido en aquel momento; sólo atinó a correr hasta su casa para darse una ducha tibia y relajarse en el sillón de pana azul.
Apenas es capaz de entenderlo hoy, que despierta soñando este recuerdo, y uno o dos minutos después, escucha la frenada, y el ruido de las astillas y las chapas (que esta vez son azules como en el sueño), y es testigo atemporal de su misma escena, aunque años más tarde, y desde la ambigua seguridad del balcón de su casa.

6 comentarios:

josé lopez romero dijo...

Este relato tan bien contado viene a reforzar mi temor (y previsión) por los accidentes provocados por terceros, que involucran a otros por falta de cuidado y respeto a los demás. Cuando quien maneja no soy yo, suelo ser insoportable pero..de muertes están llenas las calles y rutas de este país.
Gracias Sebastián.

Diego M dijo...

Me gustaron la atemporalidad y el ambigüamiento.
A la primera leída me lo imaginé al tipo cayendo desde el balcón al techo azul de un auto. A la segunda leída me dí cuanta de que no ¿o sí?
Muy bueno!!

PD: suerte en las vacaciones!!

Caetano Evon dijo...

profeta de su muerte con chapas azules
muy buenoo

saludos

Katherine R. Vasquez Tarazona dijo...

El único choque que mamá sufrió en el choque fue por ocurrencia de una doña acomodada en el asiento de conductor de un bocho blanco. Ella le incrustó el auto por detrás, mientras hablaba por el móvil. Mamá no reaccionó. Sólo sintió cómo su cuerpo danzaba bruscamente y por cuenta propia, independiente.

Espero que ella no sueñe tan vividamente este viejo hecho. Pero leer tu post me ha provocado un estruendose insomnio futuro... cual personaje atemporal de una escena que no viví.

Sebaxtian dijo...

che una pregnta..vos pudiste llegar poner el rank en tu blog..yo no encuentro esos codigos y no se como poner...no hay caso...respondeme a euroboy_suj@hotmail.com o en el chat d mi blog

Natalia dijo...

el accidente me pega muy de cerca...y sí...se revive en cada sueño

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