En esta blog se publican obras del artista argentino Sebastián Zaiper Barrasa. Cuentos, microrrelatos, poemas, reflexiones, videos, shows de poesía, narración oral y clown.

Quién es el sujeto




Discutiendo sobre cosas muy trascendentes con mi amigo y colega don Sebastián Olaso, nos encontramos ante la siguiente paradoja:

Supongamos que: “La pelota rompió el jarrón” .

Desde un punto de vista puramente sintáctico, el sujeto de esta oración es: “La pelota”.

Sin embargo, una pelota es un objeto y por ello no podría (semánticamente hablando) haber llevado la acción de motu propio, es decir, sin la intervención de algún otro sujeto. La oración real, entonces, podría haberse leído:

“Alguien rompió el jarrón de un pelotazo.”

y la cosa hubiese sido más simple, porque ese “alguien” sí representa a un sujeto, aunque no sepamos con exactitud, a quién.

Pero el no saber “quién” es ese sujeto, según el criterio del derecho, nos ubica frente a un vacío legal: hay un damnificado, pero no hay determinación fáctica del culpable y esto podría demorar la exigencia de una sanción y/o indemnización punitoria o resarcitoria retroactiva, sin renuncia a otros derechos por parte del actor (que en este caso no sería el sujeto, sino el dueño del objeto del predicado).

Desde el punto de vista policial, el sujeto se dio a la fuga y se desconoce aún su paradero.

Teniendo en cuenta la visión de la sociología, la pelota es un sujeto social reflejo de las masas de trabajadores revelándose ante la explotación capitalista (representada claramente en el jarrón, que era antiguo, con bordes de oro e ideogramas de la dinastía Ming).

Desde un punto de vista arqueológico, la reconstrucción del jarrón podría ayudarnos a descubrir secretos ancestrales. Quizás el arqueólogo no se hubiese acercado a estudiar este jarrón si no hubiera recibido el impacto que generó su ruptura y entonces, el sujeto, deja de ser un anónimo pateador de pelotas, para convertirse en un heroico colaborador de la cultura.

Para la propietaria, todo esto ha sido de una gran pena, ya que el jarrón se lo había heredado la abuela y al sujeto más le valdría no aparecerse a reclamar la pelota.

Psicológicamente hablando, antes de determinar el “quién”, deberíamos indagar acerca de “qué” representa la pelota, qué nos significa o como nos resuena el jarrón, y qué implicancias tiene todo esto respecto de la ruptura y del anonimato del sujeto.

Desde la parapsicología, la pelota claramente fue poseída por el alma en pena de un sujeto que en vida odió al artesano que confeccionó el jarrón (o a su dueña actual o a cualquier otra persona; todo es posible: las almas en pena a veces se confunden).

Desde la física, difícilmente podamos hallar respuestas en cuanto a la existencia del sujeto, pero sí podríamos determinar cuan fuerte ha de haber sido el impacto para quebrar al jarrón en tantos pedazos, o qué hubiese ocurrido si por azar el jarrón no se hubiese interpuesto en la trayectoria directa de la pelota.
Pero el azar entra en el campo de la estadística o, incluso, de alguna corriente filosófica; es decir: ¿Existiría el sujeto si la pelota no hubiese impactado en el jarrón? ¿Se habría oído el estallido del jarrón si un sujeto no hubiese estado allí?

Desde un punto de vista metafísico, todos somos de alguna manera el sujeto que pateo la pelota, y el pesimista nos dirá que nada de esto importa, porque a la larga o a la corta, el jarrón se hubiese destruido igual.

Desde un saber religioso, ese “alguien” o este “todos”, es dios que nos ha puesto una prueba más en el camino.

Astrológicamente hablando, hoy, no fue un buen día para el jarrón.


(publicado en julio de 2008 en CRUZAGRAMAS)

17 comentarios:

Coni Salgado dijo...

Decía algo así como que me encantaba la creatividad, eso de volar pensando en todas las opciones posibles para ese jarrón, y en tantos significados o explicaciones diferentes y originales, que dan como resultado un texto con mucho humor sutil y amplio desarrllo de la imaginación... muy lindo

jhonnylachingas dijo...

Que barbaro...! te estaba volando la imaginación a mil por hora ahí... - está divertido, original y super creativo! - de un punto de vista fantástico, quizá fue una conspiración entre el jarrón y la pelota para inculpar al sujeto perdido y así llamar la atención del escritor Zaiper para escribir el relato de lo sucedido y así lograr convertirse en un jarrón inmortal... jaja..!!

Sebastián Zaiper Barrasa dijo...

Más comentarios

Anónimo dijo...

Yo creo que el jarrón se volvió loco y se arrojó a la pelota que pasaba.

Geraldine, dijo...

mira si hiciéramos esos planteos con cada situacion cotidiana...nos daríamos cuenta de lo pobre de nuestra percepción del mundo...todo muy comlejo..

Anónimo dijo...

Esto me hizo recordar a un episodio compartido con mis sobrinos, que en aquel momento tendrían 4 y 6 años.
Rompieron "uno" de los tres muñecos de cerámica, recuerdo de un viaje que hice a San Juan. Desde la cocina yo los había visto, entonces, me acerqué al living y les pregunté: ¿qué pasó?, ¿quién fue?, ¿fue a próposito? o sin querer?... Digan la verdad, a cualquiera le puede pasar, ¡pero justo ese tenía que ser!...

Lo más gracioso es que negaron todo. No sé cómo hicieron, pero cuando llegué "al lugar del hecho", ya habían borrado las evidencias: patearon la cabecita debajo del mueble, escondieron los restos detrás de unos libros y a los dos muñecos que se salvaron, los acomodaron de tal manera que ocuparan el lugar de los tres y no se notara la ausencia...
En un minuto inventaron una explicación tan fantástica de lo que fue y de lo que no fue, que sólo pude decirles: bueno, pulgas, ¡vayan a jugar!


Bueno, Sebastianes, ¡sigan jugando!

Sebastián Zaiper Barrasa dijo...

Querida Keiko:

nunca pierdas esta grán capacidad de relatar.

Las historias más verídicas, en tus dedos, son poesía.

Anónimo dijo...

En este caso y como única excepción, coincido con el punto de vista astrológico.
Mi marido diría no que él no fue, lo rompió la perra. Hace 30 años que le viene diciendo esto a mi suegra y aún no le cree

Sebastián Zaiper Barrasa dijo...

Ginger:

estás casada?

How old are you?
(sí ya se que eso no se le pregunta a una dama, pero por eso lo pregunto en english)

Anónimo dijo...

Desde el punto de visión de la vecina de enfrente, fue la empleada, que usó la pelota para que culpen al nieto. Harta ya de reclamar que le paguen lo que le deben.
Qué buena idea, Zaiper!
Diana (la del taller online)

Gastón Filliol dijo...

Karma del jarrón, vaya uno a saber lo qué habrá echo en su vida pasada el dueño del jarrón para haber recibido semejante descarga de la física.
Y quizá el tema es más metafísico de lo que parece, todos esos átomos chocándose unos a otros; odio macro, odio entre partículas, porque a unas les tocó ser cuero pateable y a otras les tocó ser oro de "pepe" Ming.
La cosa es más seria de lo que pensaba...

Anónimo dijo...

yes Zaiper, I´married. I am 38 years old (total nadie entiende inglés)

ade dijo...

En su intento por esquivar el golpe, le robó nueve patas a un cangrejo distraído.
El era jarrón y no un pinzado. Confundido, entonces, sufrió un enredo y calló al suelo hecho pedazos. Fue el peor día de su vida.
Me contaron que ahora busca costurera fina, de esas que zurcen con hilo verde las heridas.

Besosssssssssss. Ade

Lola dijo...

¡Buenísimo!

Cuántas maneras de ver el mismo hecho... cuántas maneras de ver el mundo.

Horacio dijo...

Desde el punto de vista del jarrón el que lo rompió de un pelotazo fue un pelot...
Pero desde el punto de vista literario su rotura fue una ocasión para el arte.

IRENE dijo...

Desde un punto futurista, la pelota (que suponemos es argentina)confundió al jarrón con la copa del próximo mundial...

Anónimo dijo...

Para mí que era de géminis...

Muy bueno! A veces tenenos disquisiciones como esa en el almuerzo en el trabajo, debería reproducirlas...

Laura.

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